Elements From WordPress Now

Ron Artest a Lakers

BUENOS AIRES -- Venimos manteniendo el proceso de digestión de este intercambio desde la semana pasada. En períodos de temporada baja, las ilusiones se acrecentan y la sorprendente agencia libre siempre pone apellidos célebres en la vidriera.

Ron Artest a Lakers, anunciaron los medios estadounidenses en primera plana. ¿A cambio de quién? Trevor Ariza. Una respuesta que, curiosamente, accionó a modo de inyección de tranquilizante para algunos aficionados angelinos. Sabemos que el costo del traspaso fue por una cantidad similar de dinero -la excepción de nivel medio- por lo que interesa analizar lo deportivo.

Empezaré diciendo que este traspaso es peligroso para el último campeón de la NBA. Artest es un jugador conflictivo, con una carrera cargada de ejemplos negativos, sobre todo aquel bochornoso incidente en Auburn Hills cuando golpeó a un espectador en un partido entre Pacers, su equipo, y Pistons, en el año 2004.

Todos sabemos que Phil Jackson supo encauzar años atrás, en los Bulls, a un temperamento extravagante como Dennis Rodman. Se habla de que Artest tiene muchos puntos en común con el hombre multicolor, y no podemos dejar de decir que es cierto. Pero entre las diferencias hay una crucial: Ron-Ron tiene mucha más participación e intenciones ofensivas que El Gusano. Y no podemos obviar que la versión actual del Maestro Zen en el banco difiere bastante de aquella de Chicago de los 90s, con Michael Jordan, Scottie Pippen y compañía en el roster, sobre todo en energía disponible. Es simple, los años no vienen solos. Entonces habrá que ver si Jackson puede trabajar con el mismo grado de paciencia -y actitud- que tuvo años atrás. Distintos tiempos, diferentes actores.

Escuché decir también que un dato alentador es que Artest en los Rockets funcionó mucho mejor cuando era tercera opción ofensiva por detrás de Tracy McGrady y Yao Ming. En los Lakers, será cuarta arma de ataque, por detrás de Kobe Bryant, Pau Gasol y Andrew Bynum. ¿Realmente creen que Artest puede jugar los 82 partidos de temporada regular y los playoffs con escasos privilegios en ataque? Quizás al principio pueda mantener la compostura, pero tarde o temprano se le va a salir la cadena. Nadie se debería sorprender si esto sucede. En realidad, todo lo contrario: sería sorpresivo que no pase.

Y llego a la diferencia radical entre Ariza y Artest, dos talentos en el juego sin pelota. El alero de ascendencia dominicana, más versátil pero con menos peso para defender en posiciones cercanas al aro, supo desde el minuto cero de su llegada procedente del Magic que en el Staples Center iba a ser un jugador de rol, que la única manera de encontrar un lugar destacado en el equipo era a fuerza de sacrificio, defensa y opciones de ataque mínimas. De lo contrario, iba a permanecer en el ocaso del banco de suplentes. El caso de Ron-Ron es completamente distinto: llega a Los Angeles con un cartel de jugador estrella y con una voz mucho más autorizada para discutir de entrada algunos conceptos. Eso, que en la suma de individualidades es netamente positivo, puede terminar quedando en el platillo del menos cuando hablamos de una estructura de equipo.

En otras palabras, me parece mejor en el armado de un equipo como el de los Lakers un jugador como Ariza, que pone al equipo siempre por encima de lo individual. Lo considero más inteligente que Artest, aunque menos talentoso.

Entre lo positivo que le puede dar Ron-Ron al equipo angelino, vemos que:

# Es un estupendo jugador sin pelota -ya lo padeció Kobe en la serie de Lakers y Rockets-, puede defender en el perímetro y en posiciones cercanas al aro (quizás sea la estampilla de LeBron James que buscaba L.A. pensando a futuro).
# Su potencia física le permite jugar como alero pequeño o alero fuerte. También se desempeñó a veces como escolta.
# Lanza a un 39.9 por ciento en triples, por encima del 31.9 de Ariza. Para un equipo como los Lakers, que constantemente intenta rotar el balón y abrir la cancha para tomar lanzamientos a distancia, esto es un dato importante.

Los términos del contrato de Artest son aceptables (tres años, 18 millones), pero no deja de ser una apuesta. Los Lakers pierden a Ariza, un jugador de equipo notable, de gran energía, entrega, que siempre salió al cruce cuando se lo necesitó -sobre todo en las Finales- y que ahora jugará para los Rockets.

Artest es un cuchillo de doble filo, y así se comportará en el vestuario de los Lakers. Si la fiera está controlada, es una incorporación de lujo. De lo contrario, veremos pésimas decisiones, como exhibió en Houston durante la última etapa de postemporada.

Sinceramente, no puedo dejar de preguntarme si los campeones realmente necesitaban de sus servicios para ser contendientes en la próxima Liga 09-10.

De todos modos, lo hecho, hecho está. Será cuestión de ver qué depara el destino en el comienzo de una relación que, potencialmente, tiene todos los ingredientes para ser tumultuosa.